Wednesday, July 18, 2007

Mejía
Trabajaba en algún asunto de esos que me toca cumplir, y buscando un dato en la Historia del Ecuador, cae sobre mí, por sorpresa desde la red, una página web. El “link” abre la biografía de Don José Mejía, y recuerdo otra vez a mi patrono. Así como los cubanos saben de Martí hasta el color de la camisa que llevaba el día de su muerte, muchos de los jóvenes que estudiamos en el Instituto de su nombre, quisimos aprender hasta minucias del buen Don José, cuñado del Chúzig y esposo de Manuela, quien lo doblaba en edad (¡le gustaban las mujeres mayores como a mi!, me digo).

Me pregunto ¿Cómo es que su adorada ciudad de Quito no le ha hecho un homenaje? Le hacen una colosal estatua al patibulario “santo del patíbulo”, a García Moreno el tonsurado y no a uno de sus mejores hijos, a Mejía Lequerica, defensor de todas las Américas en Cádiz, llamado por otros “Mirabeau americano”. Es que esa parecería ser la dinámica de esa ciudad en cuanto a homenajear a libertarios, su Municipalidad “rinde homenaje” a Don Eloy con un amorfo monigote mal acabado. Pero esa es otra historia.



Ese artilugio precioso y perverso que es la web, me conecta a otra página, esta vez una donde se puede ver un video de la banda de guerra del Colegio Mejía, en el mismo edificio central del plantel. Después de muchos años y desde tan lejanas latitudes, podría decir que veo los mismos longos cobrizos, que fueran pate de mi colegio secundario, los patios que quizás han cambiado un poco, sus paredes ahora con murales (mal dibujados, pero murales al fin) y el espacio casi invariable de una época que terminó para mi hace más de 20 años.



Que 20 años no es nada, pero la saudade llega y la lágrima emocionada se queda reposando junto al recuerdo que gira inverso al tiempo. Como ejercicio racionalista me pongo a desentrañar el porqué de las emociones: ¿Quizás porque allí comencé los años preciosos de la adolescencia descubriendo con avidez la vida? ¿Acaso porque se quedaron colgadas e indescifrables muchas cosas entre el pizarrón y la tiza?, y pululan entre los aros del basketball y la inmensa románica escalinata castigo de los atrasados, quienes debían descenderla en "patitos". Puede ser también que yo, como muchos, añoro ahora esa juventud que el tango sabiamente, me dice de nuevo, que no volverá.


La pantalla del ordenador trae recuerdos y también reflexiones sobre esos años en los que me hubiera gustado hacer aún más cosas de las que hice, más de las que me eximí (que las haría ahora si pudiera volver a ser un mozalbete). Ser más "loco", menos "buenito", ser más "canalla", menos obediente. ¿De qué forma se quedó marcado en mi mal o buen desarrollo la esencia del laico colegio aguerrido y popular? ¿En qué parte del "guacho" se grabó la influencia de deportistas magníficos (de los cuales no fui parte) y de machistas brutos también (de los que quizás soy en parte)? El origen de esa vanidad está en la pertenencia al colegio más plazuela y más heróico, orgullo de padres artesanos y madres lavanderas.




Y la política y la politización, donde nos creíamos (o éramos) defensores del pueblo en las calles. En esos años en los que vivía un poco asustado y a la vez encantado, en esa doble vida: por un lado anti-oligárquico, guevarista agente secreto del antiimperialismo y por el otro, buen estudiante que no se mete en nada, ni siquiera en problemas. La vida de la Célula de formación política 14 de marzo.


El recuerdo de los días en la Célula, preámbulo a trágicos acontecimientos, hace que la lágrima que reposaba junto al ejercicio memorioso resbale, y baje así, calentita por el rostro, mientras en la pantalla del ordenador nuevos muchachos de caqui y negro, de amarillo y azul, terminan su faena
coreando la barra adolescente: "!Toda la vida!!! Por el MEJIA. !Hasta la muerte!, por el MEJIA. Ayer, ahora y siempre, PATRÓN MEJIA. Adelante va el Mejía, adelante siempre irá, adelante siempre ha ido y jamás sucumbirá. M E J I A, M E J I A"

7 comments:

León Sierra said...

eme e jota i a eme e jota i a eme e jota i a eme e jota i a eme e jota i a...!

Rosa Blanca Ponce said...

Viva el Mejía! Viva los muchachos valientes y aguerridos!

El monumento a Mejía Lequerica, es cierto que se merece... Pero lo harán ustedes, los que no olvidan la historia... los que aprenden día a día... los hijos del Mejía.

Anonymous said...

Adelante va el Mejia, adelante siempre ira?
Saludos al añod e tu primer alegrama.

Luna Gitana said...

Una lágrima de asudade también mi camarada

Blogletario said...

este texto me recordo mi juventud en ese gran colegio, un lagrima para la nostalgia

Isaías said...

Tanto corazón joven que se forjó en aquella insitución tan noble, tanta sangre roja como la de Sucre, Espejo; que hervia de pasión por su patria estudió en esas aulas. De verdad me siento tan orgulloso de haber gastado mis años jovenes en aquella noble casona.

Larga vida patrón mejía.............

Larga vida.......

Felicitaciones por tu trabajo amigo. Saludos desde el centro del mundo.

Santiago González B said...

ahora que la nostalgia se instala junto al sonar de una conga, te escribo desde esta floresta nublada y clasica, siempre será bueno recordarnos mejias lequericas, rebeldes y un tanto canalla, leales y con memoria infinita. abraXo compadre y aver si cuando vienes le buscamos al ruiseñor del Mejía para brindar por los presentes y los ausentes también...