Tuesday, March 28, 2017

Eusebio



Avanza en su bicicleta por las guayacas calles lodosas. Reparte papeles mimeografiados con su programa de gobierno. Solicita el apoyo para su partido: Cruzada Reivindicadora Nacional  e invita al mitin que se hará en la explanada próxima. Entre vítores y carcajadas siguen a la bicicleta los lumpescos más nobles, los desarrapados más ágiles y decenas de perros con sus pulgas y niguas. También van los desocupados, y como a todo mitin, los vendedores ambulantes. Unos van por curiosidad y los que ya lo conocen para escucharle con atención o para divertirse con el discurso del candidato presidencial. 

Baja de la bicicleta bien cuidada y nadie le espera para la foto. Usa el biciclo para transportarse y no para ganar votos de ecólogos ni de deportistas. Eusebio Macías Suárez, el humilde candidato zambo y moreno sube a la improvisada tarima y devela su programa sicodélico y cibernético. Sus antiguos votantes saben que su posición religiosa es la de agnóstico unificado. En su primera derrota soltó su verdad más cabrona y lapidaria: “En el Ecuador se nace votando y se muere votando por el patrón”. Continúa con su discurso, que culmina con su grito de guerra: ¡Arroz con menestra y carne pa’l pueblo!

Los aplausos y ovaciones no se hacen esperar, la pequeña multitud se acerca para abrazarlo, aunque luego no vote por él, sino  por Guevara Moreno o por el serrano Ponce Enríquez. En la campaña contra este último, Eusebio logró 469 votos a nivel nacional

Luego de 30 años de participar en contiendas presidenciales que siempre terminaron en derrota; en el 79, terminado el cierre de campaña, caminaba sonriente junto a sus seguidores, iban más allá de Las Peñas, hacia la Atarazana. Unos dicen que él iba voluntariamente, otros que eran tres hombres quiénes afectuosamente lo hacían avanzar. Al llegar a su destino, se despidió de su pequeña multitud e ingresó al hospital psiquiátrico Lorenzo Ponce.

foto: https://mantofilms.wordpress.com/