Saturday, July 14, 2007



Mi querida Gabriela




Pues en mucho concuerdo con lo que tu dices, me parece que está aun por sacarse el balance de la participación del movimiento indígena en la "gran política". En muchos casos quizás se la podría ver como una legitimación de la democracia representativa y de la ¨microfísica¨ del poder, quizás significó también cierta visibilización de nuevos cuadros, la pérdida de otros en áreas importantes de la construcción desde la base. Quizás también generó atomizaciones y "caídas en tentación". El MPPachakutik, al que muchos veían con esperanza como el futuro PT del Ecuador, se fue subdividiendo, ¨depurando¨, desgastando, y generando más movimientitos con nuevos caudillitos y sí coincido contigo en que muchos de los mestizos de ahí vieron más en función de su proyecto personal que por la construcción de un partido amplio.



Y los indios han ido descuidando o abandonando sustanciales e importantes conquistas del movimiento indígena, tales como la educación intercultural bilingüe (la cola de Sansón de nuestro movimiento, en palabras de un querido mashi), que, ahora en novedad, es educación pobre, para los indios más pobres. Y también la fluidez de comunicación y de democracia interna entre la organización indígena, sus bases y direcciones. Quizás también por esa misma participación en ese colosal espejo, esas maravillosas cuentas de vidrio de esta era, que es la "gran política". Pero quizás me pregunto que: No entendemos a los indios, los mestizos en nuestro esquema de racionalismo occidental liberal, no podemos entender a los indios y por ello elucubramos sin acertar.





De acuerdo en lo que manifiestas acerca de que los indios hagan una mirada, pero ante todo nosotros como mestizos deberíamos hacer otra hacia nosotros mismos, no en el espejo de circo que nos agranda o engorda..., sino en el agua clara.
Gran parte de esas tribulaciones sobre la estética y el mirar al indio como el buen salvaje ´estudiado´, es la otra cara de la misma indefición mestiza, de un edipismo perverso contra la madre matriz cultural india.




Los levantamientos clase medieros de Quito se fueron como dices contra los que venían a ser antihéroes de la cultura oficial y el buen gusto, contra ese ¨cholo vulgar¨ que todos tenemos dentro y que se manifestaba en Lucio y Bucaram, y que no lo queremos ver y peor ver en el poder. Muchos de los marchantes se molestaban con la guatita, el conejito, las expresiones de la Ximenita como dices y paradójicamente muchos se identifican con el vía crucis de la ex primera dama, al más puro estilo telenovela venezolana, con su "aunque pegue aunque mate marido es" contradictorio diría quien no ha vivido entre nosotros . Fue ese el motivador de muchos de esa clase media quiteña (hincha de la Liga, que paga con diners, fuma marlboro rojo y come los ceviches de la Rumiñahui), antes que por un rabia de fondo por las pillerías, el servilismo, las mentiras y vivezas criollas llevadas a cabo por de estos gobiernos.




Por supuesto Mahuad duró más y la clase media saltó contra él, no por la Base de Manta, sino cuando atacó su bolsillo y con la dolarización recibimos de los bancos tres billetes de 50 dólares a cambio de millones de sucres y el feriado bancario. Solo ahí, pues la pequebu confrontó al elegante, guapo, estudiado en Harvard del ex alcalde ¨tenía la pinta de presidente si señor¨ y sin embargo, su período sentó bases (no solo la de Manta) de apoyo fundamental al proyecto imperial y al neoliberalismo.




Pues es esa indefinición del mestizo, esa definición por negación, no indio, no blanco, esa esquizofrenia mestiza, que hoy llora con lo indio mientras está borracho, pero que en la mañana desprecia y trata de negar por todos los medios su raíz. Esa esquizofrenia que no acepta la matriz indígena es la que debemos trabajar con nosotros y con los mestizos hijos nuestros, para poder meternos en serio en procesos como la interculturalidad



De lo que dices acerca de la estética, yo recuerdo mis tiempos (previos a la Poli) de "proletarización" y los veo como válidos y maravillosos, ir a las comunidades a trabajar con el pico y la pala o acarreando piedras en costal o abriendo acequias, no de discursos de un día o solidaridades de fin de semana, ni de turistas antropológicos. Compartir después del trabajo, sentarse en el suelo y comer, y el ¨responsable¨ nos decía huelan! ese es olor a pueblo...(él tenia 21) Pero si es de sentir ...de bailar y de emborracharse también. Ahí estaba un poco el ir formandose desde dentro de la estética, desde ... lo sensorial cualitativo, lo sensual. Y claro también ahí, viéndose de aprendiz en el uso del azadón y del pico golpeando la cancagua, en el trabajo de al tierra, sintiendo la tierra y el maíz, y las manos con ampollas curadas cariñosamente con vela de cebo. Porque en efecto, cierta izquierda que también un poco la vivimos juntos, pues iba de visita, no tomaba el trago de ellos, no bailaba, miraba con espanto el cuy ofrecido, hacía turismo.., colaboraba bonito, con alegría y pasión, hablaba bonito y después tomaba el auto y regresaba el domingo en la tarde al bonito departamento de la Mariscal a mirar la tele para ir al día siguiente a clases, pero no entraba ni se centraba en los procesos subjetivos ni en los rituales cotidianos.




Nombras las gorditas del 10/10 y recuerdo a mi abuela que en materia de mujeres alababa la hermosura de una mujer si es que era gorda, con caderas anchas y senos grandes, con cachetes rosados y de preferencia con ojos azules y el cabello claro, (toda una bandera del país entre cráneo y cara). Parte de los mismo: El blanqueamiento como otra de las aristas de la esquizofrenia de los mestizos, presente también en la izquierda, (y no se la debería culpar por ello, pues por ser de izquierda no ha dejado de ser heredera del de esas taras históricas) pero que no buscó o no encontró los mecanismos para psicoanalizarse. Más bien su cultura y preocupación social acrecentó la exquisita estética burguesa proveniente de su condición pequebu y hasta cierto punto generó un perfil homogéneo.

Ahora al pasar de los años me sacan sonrisas ver a mis colegas de barricada de los 80s y 90s con esa estética burguesa más delineada, y en muchos casos ya diluyéndose en el consumismo, hoy, aun izquierdistas o socialdemócratas, ongeseros o empresarios, que cual domingo a misa van al megamaxi, que se encantan con los vinos franceses y las corbatas italianas y viven en la González Suaárez. Como les dicen con acierto mis vecinos franceses "la gauche caviar". Pero eso es cuestionable?, no lo se...uno de ellos me decía con picardía: soy de izquierda, no misionero franciscano. En todo caso, a mi me ha dado igual las semanas en suites 5 estrellas, o un petate con las estrellas adornado mi cielo-techo o ahora mi cuarto estudiantil de 4x4.

Que lindo recordar el ¨Amo lo que tengo de indio¨, consigna nacida en mi célula de partido,
idea original del Pato y recordar como la pintàbamos con cariño en las paredes ¨con trazos invisibles y seguros¨ y brocha gorda, pero también la broma que ya acunábamos en perversa chacota: ¨Amo lo que tengo de indio... mis alpargatas y mi bolso de Otavalo.



Y bueno solo una cosilla antes de darte un beso grande y un abrazo y agradecerte por ponerme a recordar y lanzar digresiones: Pesares es pasillo...que su autor sea el colombiano magnífico Barros, no le quita que sea un pasillo y el pasillo es ecuatoreño o ecuatoriano, como tu prefieras


Alegremente tuyo...


Alexis






Un gran mensaje en imagenes... disfrutenlo

Monday, July 09, 2007

Muertos e inmortales

El metro nos deja en las puertas de una mini ciudad llena de edificios de espejos, con formas extravagantes. Henry y yo caminamos por los recodos de esta mini ciudad. Arcos y ángulos, parábolas perfectas llenas de vidrios de colores, haciendo realidad los sueños de excéntricos arquitectos. Maqueta gigante que alberga empresas colosales que no pueden, o no deben estar en el centro del París histórico y añejo. Aquí, en forma de dígitos electrónicos que navegan por Internet, fluyen millones de euros cada día, muchos de los cuales serán consumidos en las noches de antigua ciudad del Sena.
La Defense, así se llama esta colección gigante de oficinas de hierro y de vidrio. (La defensa ¿De qué? ¿De quién?) A las cinco de la tarde somos pocos los transeúntes de la gran explanada, al pie de uno de los edificios, tres empelados fuman un descanso. Desde un camión de colores pastel surge el repetitivo acústico de la música techno para quitarse el estrés siguiendo las instrucciones de un experta en fitness.
Los dos ecuatorianos seguimos caminando y llegamos a un monumento gigantesco, el icono perfecto para este lugar. Un homenaje al pulgar hacia arriba, al pulgar “everything allright” homenaje a las transacciones bien hechas, a las ganancias en la bolsa, al éxito en ventas y a la concentración del capital. El gigantesco pulgar dorado recordando el estado eternamente “cool” en el que deben vivir los postmodernos empresarios exitosos.
A las seis, los edificios de colores se abren y de ellos salen los expertos infórmaticos y los genios de las finanzas. Los yuppies en viernes, muchos de ellos ya con la maletita en la mano para irse directamente a alguna playa durante el fin de semana. Unos salen cansados, otros conversando aún de business. Casi todos, colgados del teléfono móbil, dos de ellos que coquetean, son la excepción.
Desde nuestra (de) formación marxista y mirando hacia un puente de madera que parece no tener final ni motivo, elucubramos categorías en torno a un ejército de reserva, no industrial, sino de servicios.
A excepción de la pareja, el resto camina casi como en trance, sumidos en su mundo o mundillo, aislados o centrados todavía en su obsesiva dinámica de producción y de mercadeo. Con la piel más pálida que de costumbre, van pensativos aquellos que no hablan en el móvil, serios, incólumes. Parecería que apenas están vivos.
Son casi las siete. Hemos visto casi toda La Defense, que desde su cara posterior es como un fuerte circundado por carreteras y por un cementerio… ¿Paradójico o metafórco? me pregunto.
Me siento frente a un largo puente de madera que parece llevar a ninguna parte y he recordado que quizás Montparnasse estará aún abierto y que podríamos ir a conversar con Julito y con César, yacentes inmortales.